viernes, septiembre 23, 2011

Se te olvidó

Se te olvidó cerrar la puerta de los recuerdos.
Se te olvidó contar, pues el amor es cosa de dos.
Se te olvidó superar el pasado.
Se te olvidó que somos los protagonistas de la historia
Se te olvidó que el futuro éramos nosotros.
Se te olvidó amar.
Se me olvidó todo lo antes mencionado.

lunes, septiembre 19, 2011

Mentiras agotadas

Mentiras agotadas, verdades consumidas.
Mentiras desgastadas y para mí, son verdad.
¿Cómo pretendes engañarme así?
Peor aún ¿Cómo te puedo creer?

Mentiras agotadas, verdades consumidas.
Te creo y así, acabas con todas mis vidas.
Cuando te dejé de creer no me quedaban días
Días para vivir porque sin ti la vida, no es vida.

Celos

Hoy escribiré de algo real, de algo que le pasa a cualquier persona, de algo tan cotidiano como dañino.
Y pues no hablo de otra cosa que los celos. Escribiré porque en lo particular hoy lo sentí y de una manera descomunal. La sensación de que nos podrían "arrebatar" algo es tan inconcebible como descabellada y sí, en comillas porque en esta vida no tenemos nada y estamos totalmente equivocados si pensamos que somos dueños de alguna persona. Pero es así, por más que se quiera reprimir esos sentimientos son automáticos, impredecibles y desgarradores. No hay formula ni receta para amilanar esos sentimientos que, curiosamente, a veces son necesarios para darnos cuenta de cómo sería si de verdad perdiéramos algo.

sábado, septiembre 17, 2011

Adiós

Catarsis.
O algo parecido después de lo sucedido.
Hay algunas personas que les parece tan fácil decir 'adiós' que parece que estuvieran jugando o que simplemente lo dicen por decir. Suele pasar esto último.
Un adiós forzado quema, se puede sentir cómo el fuego nos abrasa desde las entrañas hasta llegar a una incertidumbre propia del adiós.
El adiós que sabemos será el adiós definitivo es comparable con la agonía pura.
Es tormentoso cuando ya no hay remedio, cuando no podemos hacer nada para evitarlo, cuando ya todo está hecho y sin opción a retrotraer el tiempo. La mayoría tienen un porqué, y generalmente somos nosotros mismos los actores intelectuales o en el peor de los casos, protagonistas directos.

martes, septiembre 13, 2011

Aquella tarde

La tenue luz del sol ya guardaba sus últimos rayos y eso mismo indicaba la hora de partida.
La estrechez del camino era un punto a favor, de un lado árboles y del otro, los autos que pasaban.
La tomé de la mano y nos pusimos a caminar, ni siquiera asimilaba el hecho de que era mía. Sólo me preocupaba por vivir el momento sin que importase nada más.
—Vamos por aquí. —me dijo
—Ni siquiera hay camino por ahí, sigamos defrente. —respondí.
—Sólo sígueme y verás.
Sin más opciones —y tampoco las buscaba— decidí seguirla pues no perdía nada, es más, ganaba.
Cuando estuve a punto de decirle que era yo el que tenía razón pues no había camino por ahí me habló.
—¿Ves? Te lo dije.
Nunca hubiese imaginado que podría haber un parque tan grande y a la vez tan tranquilo. Lo único que resonaba eran los canticos de los pajaros al borde de las ramas en lo más alto de los inmensos árboles.
Nos adentramos en el parque y pasamos hasta por un riachuelo donde se podía ver aves tomando un poco de agua. Ya para ese entonces no había nadie, sólo la naturaleza, ella y yo.
Poco nos importo las llamadas de su papá y hasta apagó el celular, nos echamos en el cesped con la mirada fija y hablamos. La sentía tan mía que nada podía arruinar ese momento. 
Probablemente si ella no decía el camino ya para esa hora hubiera estado en su casa y yo en camino a la mía pero no lo hizo, y valoré eso.
Cayó el anochecer y me desperté, sí, nos habíamos quedado dormidos juntos en la más inmaculada tranquilidad y veíamos las estrellas brillar como nunca, casi como si estuvieran cayendo sobre nosotros cual lluvia.  Ya era hora de irnos, y así fue.
 Lástima que de esa tarde queden sólo recuerdos, ni las estrellas.

lunes, septiembre 12, 2011

Vivir viviendo

No hay que ser gurú para darse cuenta que los mejores momentos de la vida son en los que estamos particulamente felices, y pues es que la felicidad es la cura de todos los males. Lo podría decir desde el niño más pequeño de una guardería hasta el más experto en el tema. Al final, cada persona tiene su propia manera de ser feliz pero la esencia es una. Y es que por eso se llama "vida" porque hay que vivirla al 100 %. !Hay que disfrutar la vida y no simplemente vivirla!

sábado, septiembre 10, 2011

Apertura

Y así empieza...
Hace un tiempo atrás ya había pensando en abrir un blog, sinceramente estuve buscando un lugar donde plasmar mis versos, odas, parrafos o historias y pues creo que cada persona que decide abrir un blog también encuentra aquí una manera de expresarse y a la larga eso es lo importante.
Sin más que decir me sumerjo de lleno al mundo blogspot.com.